-Título: La gente feliz lee y toma café
-Autor: Agnès Martin-Lugand
-Editorial: Alfaguara
-Número de páginas: 189
-ISBN: 9788420416533
-Sinopsis:
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?

Lee el primer capítulo

-Reseña:

Diane es una joven entrada en la treintena que se ha quedado sin marido y sin hija en un accidente de tráfico. Un año después no ha conseguido superarlo a pesar de los esfuerzos de su mejor amigo (gay) Félix.

"Ya no haces nada. No trabajas. Te pasas la vida fumando, bebiendo y durmiendo. Este piso se ha convertido en un santuario. Estoy harto de ver cómo te hundes cada día un poco más".

Este es, además, socio del café literario que ambos tienen en París: "La gente feliz lee y toma café" (sí, así se llama). Un día, Félix le propone a su amiga hacer un viaje juntos para recuperarse, pero ella decide que lo que realmente quiere hacer es irse a vivir sola a Mulranny, un pequeño pueblo irlandés donde poder comenzar de cero. Allí conocerá a los habitantes del pueblo y al creído de su vecino, Edward, quien le hará pensar en cosas que ella  no se atrevería ni a imaginar.

Lo que me ha pasado con este libro es algo... extraño. Estaba leyendo otro libro cuando vi un tuit de Gara, del blog Marcadoras de Páginas, en el que anunciaba que iban a adaptar al cine esta novela y como no la conocía, decidí investigar un poco. Me topé con el primer capítulo y me sorprendió bastante encontrarme llorando con las primeras páginas, porque soy sensible pero esto ya es demasiado hasta para mí. Nunca antes me había metido tan pronto en una novela, así que no me lo pensé dos veces. Dejé a un lado el libro con el que estaba y empecé a leer este. Dos tardes me valieron para terminarlo, aunque estoy segura de que lo habría terminado antes si hubiera tenido más tiempo. Me enganchó desde el principio y lo único que quería era seguir leyendo sobre la triste vida de Diane para ver cómo iban desarrollándose sus días en Irlanda.

Me llamó la atención el estilo tan simple pero a la vez tan absorbente de la autora. No tiene acción ni hay personajes sobrenaturales. Tan solo son personas con problemas normales, que nos pueden pasar a cualquiera. Últimamente estoy algo saturada con distopías e historias fantásticas, quizás por eso he cogido esta novela con más ganas.

"Al colgar constaté tres cosas: Félix no cambiaría nunca, le echaba de menos y mi vecino no merecía mi atención".

En cuanto a la estructura del libro, está dividido en 10 capítulos en los que la voz protagonista de Diane nos va contando lo que le pasa, sus temores... Con pocas descripciones, nos hacemos una idea de todos los personajes: la protagonista, su mejor amigo, su vecino, los padres del vecino e incluso  el marido y la hija de Diane, quienes están muy presentes a lo largo de toda la novela.

A primera vista puede resultar un dramón, pero en realidad es un canto a la vida, una historia de superación. A pesar de su final algo agridulce, y un poco acelerado desde mi punto de vista, os lo recomiendo si queréis pasar un buen rato con una novela esperanzadora que cuenta con varios puntos de giro sorprendentes.

Nota: 7/10